Y por fín llegó el día, tras un año de clases de pura teoría llegó el momento; ilusión, nervios y ganas de estrenar el pijama y los zuecos, de un blanco impoluto... Precisamente este aspecto es el que marca la diferencia en el hospital, así nos distinguen a los estudiantes novatos, vamos cegando a médicos, celadores, pacientes, familiares y demás fauna hospitalaria con nuestro blanco nuclear...
Avanzamos hacia el destino, (servicio de nefrología), mientras mi pulso se aceleraba a cada paso percatandome de las miradas ávidas desde los controles de enfermería: ¡¡Ya llegan a tomar las tensiones !! ... y efectivamente. Este es mi resumen de mi primer día de prácticas nervios que se soltaron en el momento que me adjudicaron el tensiómetro, muchos controles, y persiguiendo a la enfermera encargada de enseñarme los entresijos de la planta, para no perderme detalle.....
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