A puntito de finalizar mi semana en el hospital, el día de hoy quiero relatar una historia verdaderamente interesante. Te presento a mi joven paciente Marina de 25 años, que ha ingresado de manera programada, para ser intervenida después de varias semanas de investigación para dar con su diagnóstico.
El título de este post viene dado porque en un principio se pensaba que Marina estaba embarazada, ya que los síntomas que tenía eran los propios de las primeras semanas de gestación (cansancio, náuseas, mareos, dolor abdominal).
Ha sido incómodo vivir esta situación frente a su familia, ya que, sus padres pasaron días de verdadera angustia y preocupación al no saber que le sucede a su hija y sospechando de un posible embarazo.
Una vez realizadas varias pruebas como la ecografía abdominal, tomografía (TAC), punción lumbar para analizar el líquido cefalorraquídeo y un examen de sangre y orina completos. La analítica revela un elevado número de glóbulos blancos o leucocitos lo que indican que existe una infección en el organismo de Marina.
Ahora bien, sabemos que existe algo, tenemos una pista...habitualmente suele ser alguna bacteria la que causa este tipo de lesiones, pero debemos esperar los demás resultados e ir descartando posibles diagnósticos.
Para gran sorpresa, la radiografía nos descubre un cuerpo extraño que está penetrando la pared del intestino de la joven.
¿Eres capaz de ver lo que existe en esta Rx?. Si no lo puedes distinguir yo te lo revelaré a través de la siguiente imagen, pero solo digo algo, me encantaría poder ver la cara que pondrás en este momento.
Si querido/a, el objeto extraño causante de tal propagación es un piercing. Marina tenía un pendiente en la lengua, y al parecer se trago la barra metálica junto con una de las bolitas diminutas.
Véase la fotografía para ser más específicos:
Marina es intervenida de urgencia, ya que, cabe la posibilidad de perforación completa de la víscera hueca, hemorragia interna y fallo multiorgánico.
Si losé, se que piensas que la entrada de hoy es de película, pero la vida real es así, y seguramente veremos cosas peores, igual o más impresionantes.
Marina por suerte es operada a tiempo y su pronóstico es bueno, sus expectativas podían cambiar de un momento a otro en cuestión de horas si no se descubre el pendiente que tenía en el interior casi perforando sus vísceras.
Sólo espero que con este relato si tus hijos, compañeros o tú mismo tienes algún tipo de "adorno", "piercing", "pendiente" o como quieras llamarle tengas precaución porque aunque parecen objetos inofensivos pueden darte algún que otro susto.