Hoy tengo que contarte que he aprendido a manejar una bomba, pero una bomba de perfundir, no te alarmes.
La perfusión es un procedimiento que en el ámbito hospitalario se utiliza de forma frecuente. Esta práctica es desempeñada por enfermería y cabe citar que se deben manipular aspectos específicos en cuanto a colocación, control y elección del material necesario para dicha práctica, cumpliendo siempre con la prescripción médica.
Estos aparatos han ido avanzando paralelamente con la tecnología y hoy en día ya son muchos los centros que disponen de bombas, aunque no todos pueden permitirlo ya que es una máquina especialmente costosa.
Son portátiles y poco pesados permitiendo al paciente deambular sin necesidad de estar conectados a la electricidad durante todo el día.
La infusión intravenosa constituye un factor de riesgo, con el desarrollo de las bombas de perfusión se ha mejorado esta terapia. Es un producto sanitario activo que está destinado a regular el flujo de líquidos al interior del cuerpo del paciente bajo una presión positiva generada por un medio mecánico-electrónico.
Como toda herramienta tiene una características básicas, algunas de ellas son :
- La precisión, continuidad de flujo y desviación máxima respecto al flujo fijado.
- La capacidad para modificar la velocidad de flujo.
- El límite de presión máxima variable y regulable.
- Buena protección contra flujo y líquido.
- Alta resolución de flujo.
- Gran capacidad para detectar extravasaciones.
- Posibilidad de reducir la presión antes de solucionar una oclusión.
Asimismo, se debe tener en cuenta:
- Su mecanismo de funcionamiento: pueden ser volumétricas, de jeringa o elastométricas.
- Por la forma de liberar el fármaco: continua o intermitente, en bolos o mixtas.
- Si liberan más de una solución al mismo tiempo.
- Por su aplicación: para insulina, nutrición enteral, parenteral, paso de antibióticos.
- Por su uso: hospitalario, ambulatorio o domiciliario.
- Por último, por su localización pueden ser externas o implantables.
Con lo que acabo de transmitirte es suficiente para comprender lo más importante de estos mecanismos tan primordiales en nuestro ámbito.
El día de hoy a mi paciente, María, le hemos tenido que proporcionar la analgesia mediante este mecanismo. Es importante comunicar a los pacientes que una vez que concluye la analgesia, la bomba comienza a pitar desesperadamente, para así no crear un terror en los enfermos pensando que algo va mal.
María va mejorando poco a poco su operación no ha sido complicada, una hemorroidectomía, posiblemente en dos o tres días le daremos el alta, e incluso mañana retiraremos la bomba sin proporcionar analgesia, a no ser que ella la solicite si existe dolor.
Ha sido un día repleto de nuevos conceptos, deseando seguir aprendiendo, me despido totalmente enamorada de la enfermería.