jueves, 26 de noviembre de 2015

Bombas de perfusión

Hoy tengo que contarte que he aprendido a manejar una bomba, pero una bomba de perfundir, no te alarmes. 
La perfusión es un procedimiento que en el ámbito hospitalario se utiliza de forma frecuente. Esta práctica es desempeñada por enfermería y cabe citar que se deben manipular aspectos específicos en cuanto a colocación, control y elección del material necesario para dicha práctica, cumpliendo siempre con la prescripción médica. 
Estos aparatos han ido avanzando paralelamente con la tecnología y hoy en día ya son muchos los centros que disponen de bombas, aunque no todos pueden permitirlo ya que es una máquina especialmente costosa.
Son portátiles y poco pesados permitiendo al paciente deambular sin necesidad de estar conectados a la electricidad durante todo el día.

La infusión intravenosa constituye un factor de riesgo, con el desarrollo de las bombas de perfusión se ha mejorado esta terapia. Es un producto sanitario activo que está destinado a regular el flujo de líquidos al interior del cuerpo del paciente bajo una presión positiva generada por un medio mecánico-electrónico.

Como toda herramienta tiene una características básicas, algunas de ellas son : 

  • La precisión, continuidad de flujo y desviación máxima respecto al flujo fijado.
  • La capacidad para modificar la velocidad de flujo. 
  • El límite de presión máxima variable y regulable.
  • Buena protección contra flujo y líquido.
  • Alta resolución de flujo.
  • Gran capacidad para detectar extravasaciones.
  • Posibilidad de reducir la presión antes de solucionar una oclusión.
Asimismo, se debe tener en cuenta:
  • Su mecanismo de funcionamiento: pueden ser volumétricas, de jeringa o elastométricas.
  • Por la forma de liberar el fármaco: continua o intermitente, en bolos o mixtas.
  • Si liberan más de una solución al mismo tiempo.
  • Por su aplicación: para insulina, nutrición enteral, parenteral, paso de antibióticos.
  • Por su uso: hospitalario, ambulatorio o domiciliario.
  • Por último, por su localización pueden ser externas o implantables. 
Con lo que acabo de transmitirte es suficiente para comprender lo más importante de estos mecanismos tan primordiales en nuestro ámbito. 
El día de hoy a mi paciente, María, le hemos tenido que proporcionar la analgesia mediante este mecanismo. Es importante comunicar a los pacientes que una vez que concluye la analgesia, la bomba comienza a pitar desesperadamente, para así no crear un terror en los enfermos pensando que algo va mal.
María va mejorando poco a poco su operación no ha sido complicada, una hemorroidectomía, posiblemente en dos o tres días le daremos el alta, e incluso mañana retiraremos la bomba sin proporcionar analgesia, a no ser que ella la solicite si existe dolor.
Ha sido un día repleto de nuevos conceptos, deseando seguir aprendiendo, me despido totalmente enamorada de la enfermería.

¿Qué estudia la Nefrología?

       "Tras el primer día de prácticas, sentí un desborde de conocimiento; conceptos, técnicas, enfermedades, no sólo era la adquirir la práctica, sino que me dí cuenta que esta está basada en la teoría impartida en las clases teóricas. Hasta ahora no le había dado el valor real a materias tan teóricas , que a priori se me hacían más tediosas.  Con este sentir llegue a casa con la decisión de indagar más sobre la unidad en la que estoy destinada; Nefrología. "
      
      La unidad en la que se basa la nefrología es el riñón, que son responsables de eliminar los desechos del cuerpo, regular el equilibrio electrolítico y la presión sanguínea, al igual que estimular la producción de glóbulos rojos.


  Los dos riñones filtran todas las sustancias del torrente sanguíneo; estos residuos forman parte de la orina que pasa por los uréteres hasta la vejiga de forma continua. Después de almacenarse en la vejiga la orina pasa por un conducto denominado uretra hasta el exterior del organismo. La salida de la orina se produce por la relajación involuntaria de un músculo:el esfínter vesical que se localiza entre la vejiga y la uretra, y también por la apertura voluntaria de un esfínter en la uretra

  Los riñones tienen forma de judía, con dos caras, anterior y posterior, un borde externo convexo, un borde interno, cóncavo en su centro, y dos polos redondeados, superior e inferior. En el hilio penetran los vasos sanguíneos y sale el uréter y es seguido inmediatamente por una cavidad profunda, denominada seno del riñón.


Los riñones contienen numerosísimos ovillos microscópicos de capìlares sanguíneos arteriales, los glomérulos . Cada uno de ellos recibe la sangre de una arteriola aferente y la vierte en otra arteriola eferente de calibre más pequeño. Estas dos arteriolas son contíguas y constituyen una especie de pedúnculo vascular de sostén. El glomérulo está envuelto por una membrana de doble pared, la cápsula de Bowman, que se repliega en el lugar en donde confluyen las arterioles aferente y eferente Por el extremo opuesto, la membrana de la cápsula de Bowman continua por un delgado tubo de curso tortuoso, el túbulo renal. El conjunto de glomérulo y cápsula de Bowman se denominan corpúsculo de Malpighio.

El tubulo renal que sale de la cápsula de Bowman, llamado en su porción más próxima al glomérulo túbulo proximal, se prolonga en un largo tubo sinuoso (túbulo sinuoso proximal) al que sigue un segmento en forma de U, el asa de Henle. Finalmente, al asa de Henle, sigue el túbulo sinuoso distal que desemboca en un túbulo colector. La orina formada en la nefrona se recoge en los túbulos colectores, que representan los conductos en los que desembocan los túbulos sinuosos distales. Los túbulos colectores van confluyendo entre sí a distintos niveles haciendose de mayor calibre a medidas que se adentran en la zona medular. Finalizan en grandes conductos (conductos de Bellini) que abren directamente en los cálices renales.
El conjunto de glomérulo, cápsula renal y tubulo renal constituye la nefrona unidad funcional del riñón. Se estima que el riñón humano contiene alrededor de 1 millón de nefronas. La mayor parte de la nefrona se encuentra situada en la zona cortical y solo la porción de la nefrona constituída por el asa de Henle se encuentra en la zona medular

La sangre entra al riñón por la arteria renal, una rama gruesa procedente de la aorta descendente . En el hilio, se divide en varias ramas que se distribuyen por los lóbulos del riñón y se van ramificando formando numerosas arteriolas aferentes que forman el ovillo glomerular. Son precisamente las paredes de estos capilares las que actúan como ultrafiltros, permitiendo el paso de particulas de tamaño pequeño. La sangre que sale a través de la arteriola eferente circula por los vasos capilares del rinón (los verdaderos capilares que aportan al riñón el oxígeno y nutrientes necesarios para su función). Estos capilares se van agrupando para formar la vena renal que, a su vez, vierte en la vena cava inferior.
Dada la función de los riñones de eliminar productos de desecho a través de la orina, no es sorprendente que estos órganos sean los que reciben mayor cantidad de sangre por gramo de peso. Una forma de expresar el flujo de sangre renal es considerando la fracción renal o fracción del gasto cardíaco que pasa por los riñones. Por ejemplo, en un sujeto de unos 60 kg de peso, el gasto cardíaco es de unos 6 litros/minutos, suponiendo la fracción renal el 20% (1.6 litros/min) de este volumen. Dividiendo este volumen por el peso de ambos riñones, se obtiene un flujo de sangre de 420 ml/min/100 gr de tejido, flujo sustancialmente mayor que el del hígado, o del músculo en reposo.

Toda está información viene de los apuntes de fisiología y de la página web;
 https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/esp_imagepages/1101.htm. Las imágenes son cogidas de la web.

La pelota dolorosa

¿Sabías que dentro de la vesícula biliar se puede tener una "pelota" del tamaño de un huevo de gallina? Esta patología tan sorprendente se denomina colelitiasis o litiasis biliar y no es más que la presencia de cálculos en la vesícula biliar, éstos pueden ser diminutos o llegar a alcanzar el tamaño de un huevo como el que he visto en mi paciente, Arturo.
Es un hombre tranquilo, un tanto hipocondríaco, pero muy sincero. Una vez realizada la intervención quirúrgica permanece ingresado 12 días, ya que, no fué una operación fácil. 
Al finalizar el procedimiento, los cuidados de Arturo necesitan tiempo, todos los días le realizo las curas, el cuantificado del drenaje Kehr conectado al conducto colédoco, con el paso de los primeros días dicho drenaje se pinza por orden médica y así comprobar que su organismo es capaz de permanecer limpio, sin el auxilio de ningún drenaje externo. 
Arturo intenta no mirar su herida ya que le da respeto y se siente nervioso al ver la gran cicatriz. Asimismo la recuperación es positiva y va confiando, poco a poco se interesa más por saber como tendrá que hacer cuando le demos el alta, cómo hará las curas el mismo, ya que, en su domicilio no tendrá ayuda como en el hospital, cuando le sacarán los puntos, etc. 
Pero, una mañana pasando el control me cuenta que ha tenido una noche terrible en la que el dolor por unas hemorroides no le dejaron pegar ojo, yo como cualquier profesional intento ayudarle  facilitándole analgesia y una pomada pautada por su doctor para poner remedio a este dolor. 
A pesar de este pequeño obstáculo en su recuperación, Arturo es tolerante y resistente, al cabo de dos días le damos el alta. Se manifiesta nervioso, ya que, en casa no tiene los cuidados del hospital, pero sabe que estará más holgado y confortable. 
Cabe citar algo anecdótico, se va con su mayor y preciado recuerdo, su trofeo, su cálculo biliar el que tanto dolor le causó.
A continuación, adjunto una imagen en la que se puede apreciar el tamaño y peso de un cálculo biliar real.