sábado, 5 de diciembre de 2015

Infecciones urinarias

La infección urinaria es causada por bacterias que ingresan en la uretra y de ahí a la vejiga. De mayor gravedad clínica es cuando ésta asciende hasta los riñones. Por tanto la infección puede producirse en diferentes puntos del tracto urinario ; vejiga, riñones, uréteres y en la uretra. 


Dependiendo de su localización la infección recibe diferentes definiciones ; La cistitis es la cuando la infección se encuentra en la vejiga, la pielonefritis cuando es en uno o en ambos riñones o uretritis cuando es la infección del conducto que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior.

Por su anatomía, las mujeres son más propensas a sufrir este tipo de infecciones, ya que su uretra es más corta y más cercana al ano. Por lo que el riesgo de contaminación es mayor. 
También existen ciertas enfermedades que aumentan el riesgo de padecerla ; la diabetes, enfermedades mentales que afectan al cuidado e higiene personal, tener la próstata agrandada o uretra estrecha, litiasis renal o incontinencia intestinal. También favorece su aparición ciertas condiciones, como la sedestación por un periodo largo de tiempo, tener una sonda vesical o durante el embarazo.

Subrayo la sonda vesical porque es un cuidado específico de nuestra profesión, la enfermería, y una buena praxis es definitiva y muy importante. Recomiendo leer la entrada del 1 de diciembre; "Sondaje vesical. Poner y quitar" de Ángela Troncoso. 

Los síntomas de una infección vesical son:
1) orina turbia o con sangre
2) olor fuerte o fétido
3) puede aparecer febrícula 
4) dolor o ardor al orinar (síntoma característica de la cistitis)
5) presión o calambres en la parte inferior del abdomen o en la espalda
6) necesidad imperitiva de orinar, aumentando la frecuencia.

Cuando la infección asciende a los riñones nos encontramos con los siguientes síntomas:
1) escalofríos y temblores.
2) sudoración nocturna.
3) fatiga y malestar general.
4) fiebre alta (por encima de 38º).
5) dolor intercostal o inguinal.
6) rubor, tumefacción y rojez en la piel.
7) náuseas y vómitos.
8) intenso dolor abdominal.

Destacar que es frecuente en personas mayores desorientarse durante su ingreso en el hospital debido a la infección urinaria. Es un signo característico, y hay que estar pendiente de ello, una vez que es tratado, desparece la confusión en los pacientes.

La prueba diagnóstica más sencilla y eficaz es el análisis de orina, cuando hallamos un aumento en los leucocitos en orina nos orienta a pensar en la infección. 
Muchas veces en la atención primarias utilizan el kit de tiras reacctivas, se dan los resultados en pocos minutos, recogiendo una muestra de orina e introduciendo un isopo en ella, dependiendo del cambio o no de colores y guiándonos por unos resultados ya marcados, sabremos si hay presencia alta, moderada, baja o ausencia de leucocitos. 
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El médico decidirá el tratamiento en base a la gravedad de la infección,
      
      El tratamiento pautado para infecciones leves de vejiga son los antibióticos. Varía de los 3 días recomendados en las mujeres, a los 7 días recomendados en hombres. Cuando existe algún factor agravante, como es el caso de los diabéticos o embarazadas, la duración oscila entre los 7 y los 14 días. Es muy importante seguir todas las pautas y finalizar el tratamiento, aunque los síntomas desaparezcan antes. Esto irá acompañado de un aumento en la ingesta de agua.
      En el caso de infecciones renales, se suele recomendar ingresar al paciente, ya que el tratmiento consistirá en administrarle los antibióticos y sueros por vía intravenosa. Observar evolución y prevenir secuelas o complicaciones derivadas de ello, como puede ser la insuficiencia renal aguda o sepsis
      Como siempre nos repiten nuestros profesores en la Universidad de enfermería de Santiago de Compostela, el mejor tratamiento siempre es la prevención, y en este caso para evitar contraer una infección urinaria es aconsejable llevar una vida y dieta equilibrada, con una ingesta de agua diaria de 1,5 litros aproximadamente y cuidar mucho la higiene, sobretodo las mujeres. 

Web consultada:





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Sábado pensativo...Hoy te hablaré de un tema muy interesante, anímate a leerme.

El día de hoy no he ido al hospital, ya que, es sábado. Como ya sabes en casa siempre hay algo que hacer, he limpiado el piso, he puesto la lavadora con ropa blanca para que mi pijama este listo para la vuelta al hospital, he planchado unas prendas de ropa que tenía pendientes y como no, he ordenado apuntes que ya tengo listos para ir estudiando e ir preparando la materia porque después en Enero nos tiramos de los pelos.

Eran las 8:30 y me desperté exaltada pensando que me había quedado dormida, cuando me di cuenta de que era sábado y que no tenía que ir a trabajar, pensé... que escribiré hoy en el blog... haciendo memoria me acordé de Martín, un chico de 19 años el cual llegó el viernes como un ingreso programado para ser intervenido por varicocele.  Ahora es cuando pones esa cara rara y me dices ¿Qué es eso Lucía?.
Pensemos juntos, de que derivará la palabra "varico" proviene de "varíz", podemos deducir que tiene que ver con hinchazón de las venas, con la inflamación de las venas del escroto, concretamente. Estas venas se extienden a lo largo del cordón que sostiene los testículos de un hombre (cordón espermático). 


El varicocele se forma cuando las válvulas que se encuentran  dentro de las venas que hay en el escroto se obstruyen y no permiten que circule la sangre correctamente, la sangre se acumula produciendo así una inflamación y dilatación de las venas. (Este proceso es similar al que ocurre en las varices de las miembros inferiores).
A continuación, muestro una imagen de como se vería un escroto con varicocele:


Esta patología es más común en hombres jóvenes de entre 15 y 25 años de edad y se observan normalmente con más frecuencia en el lado del testículo izquierdo.
Por el contrario, si aparece esta enfermedad en un hombre de mayor edad, suele ser producido por un tumor renal que bloquea el flujo de una vena. 

En este caso no es así, Martín es un chico joven y su patología no tiene nada escondido. Es intervenido quirúrgicamente y en el mismo día podrá irse para casa. La intervención consiste en realizar una incisión en la parte inferior del abdomen y ligará las venas anómalas, así dirigirá el flujo hacia las venas normales. Tendrá que tener compresas de hielo sobre el área de la intervención las primeras 24 horas después de la cirugía para reducir la hinchazón.
Su pronóstico es bueno, no precisa más tratamiento que el quirúrgico.
Se recomiendo a mi paciente un tipo de pantalón (que en el hospital se llama bragueta) es similar a un calzoncillo, pero como un red para que transpire la piel, puede ayudar a aliviar la molestia que puede haber pos-cirugía. 



Por último, te muestro una foto de la pequeña incisión que requiere esta intervención.












Litiasis Renal; Diagnóstico y tratamiento.

   En la entrada de ayer explicamos en qué consistía la litiasis renal y por qué se producía, vamos a seguir profundizando en este tema hablando de su diagnóstico y tratamiento. 

   A veces, en un control analítico microscópico de orina rutinario, podemos diagnosticar la presencia de piedras en el sistema urinario, sin tener ningún síntoma significativo previo. Se encuentra por "casualidad". En el resto de las veces, es cuando existe dolor localizado y se busca la confirmación del diagnóstico. En estos casos generalmente el diagnostico se basa en la historia clínica previa, la existencia de síntomas característicos del cólico nefrítico y en el resultado de las pruebas elegidas según gravedad.

   Estas pruebas son ; la radiografía de abdomen, urografía endovenosa, urografía retrógrada, ecografía abdominal y tomografía axial computerizada.

Una vez confirmado el diagnóstico se inicia la fase de tratamiento. 

   El 95% de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente (en 3 ó 4 semanas, dependiendo de su tamaño/posición). Cuando no es expulsado en 2 meses requiere una actuación terapéutica.


Será el especialista quien valore los factores y determine que tipo de tratamiento es el más indicado entre todos los disponibles en la actualidad, que puede ser conservador o intervencionista.



Cuando los cálculos son de ácido úrico, se utiliza la eyección de citrato de potasio, que actúa volviendo gradualmente la orina más alcalina y eliminado las piedras de esta forma. Pero no todos se pueden eliminar de este método, y en situaciones especiales cuando causan obstrucción es necesario un intervención quirúrgica para que los cálculos puedan ser eliminados.


Actualmente, mas del 90% de los casos se pueden eliminar mediante procedimientos de mediana agresión, como es la litotricia extracorpórea por ondas de choque, consistente en romper en fragmentos de menor tamaño los cálculos para que puedan ser expulsados fácilmente. A continuación adjunto un vídeo donde explica todo el proceso detalladamente.


O también otro método menos utilizado es la extracción endoscópica de los cálculos mediante ureteroscopia, se realiza a través de los propios conducto urinarios.