sábado, 19 de diciembre de 2015

Un poco de curvas (I)

En la entrada anterior os hablaba de la artrodesis vertebral, y también que a veces se utilizaba para corregir curvaturas anómalas de la columna vertebral, pues bien, en esta entrada os vengo a hablar de ellas.
Para empezar, explicaros que la columna vertebral es una compleja estructura articulada y resistente, en sí, es como una vara fuerte y flexible que permite moverse hacia delante, atrás y hacia los lados. La columna vertebral de un adulto contiene 26 vértebras que se distribuyen en 5 regiones:
  • Cervical, 7 primeras vértebras en la zona del cuello.
  • Dorsal o torácica formada por 12 vértebras en la parte posterior de la región del tórax.
  • Lumbar, 5 vértebras que sostienen la porción inferior de la espalda.
  • Sacra, que consta de 5 vértebras que se fusionan formando el hueso sacro.
  • Coccígea formada por 4 vértebras fusionadas en un solo hueso, el cóccix.



Vista desde la cara lateral, la columna presenta 4 curvaturas normales. Las curvaturas cervical y lumbar con convexas en relación con la parte frontal del cuerpo y las curvaturas torácica y sacra que son cóncavas como se puede observar en la imagen.




Después de esta pequeña introducción a cerca de la columna, os voy a hablar también de una de las curvaturas anormales, la lordosis.
La lordosis es la curvatura exagerada hacia dentro de la columna en la zona lumbar.


Esta curvatura puede ser flexible, es decir, cuando la persona se inclina hacia delante la curvatura se invierte, en este caso hay poca necesidad de preocupación medica. Sin embargo, si la curva no cambia cuando la persona se inclina hacia delante, estamos ante una lordosis fija y  es necesario tratamiento médico. Este puede ser quirúrgico o conservador.

Si el tratamiento es conservador puede incluir medicamentos antiinflamatorios y analgésicos además de ejercicios físicos para desarrollar fuerza y flexibilidad.
En caso de que sea una curvatura fija podrían realizarse otros exámenes como una radiografía de la zona lumbosacra, una resonancia magnética y cualquier otro tipo de examen que sirva para descartar posibles trastornos que puedan causar esta curva anómala.

Las despedidas nunca fueron buenas, así que... mejor un hasta pronto.

El día de hoy me despido, si, es mi última publicación, ahora que le había cogido el gozo a relatar mi día a día para ti... como un diario. No descarto realizar un blog a nivel personal, ya que me gusta escribir y que los demás puedan aprender algo de mi, sobretodo cosas positivas, aunque debemos tener presente que de las negativas también se aprende.
Finalizo las publicaciones en el blog, pero hasta el martes 22 de diciembre voy a trabajar, hay gente que utiliza eses dos días como  asuntos propios, ya que, tenemos derecho, pero yo prefiero exprimir las prácticas lo máximo, para eso están.

Para mi remate tenía un tema reservado, el cual es la ansiedad. Esta situación se caracteriza por una inquietud, cierta inseguridad y en la mayoría de las ocasiones angustia. Es un tema que a penas se menciona, pero 7 de cada 10 pacientes la sufren, aunque no lo admitan. 
En cirugía esta angustia, inquietud e inseguridad es muy normal, ya que, en las situaciones que se encuentran la mayoría de mis pacientes, es de entender que no son para estar súper relajados. 



He dejado este tema para finalizar el blog, porque veo todos los días el descuido de no prestar la suficiente atención a la preocupación del paciente, a esa angustia de la que te hablo. Esto va ligado a la falta de tiempo que existe en el hospital porque como he explicado en el post anterior sobrecargan de trabajo a las tres enfermeras que hay por área y son demasiados pacientes, demasiada demanda.
En la facultad nos insisten constantemente en la comunicación enfermera-paciente, en ser muy observadora, ya que todo esto puede dar muchísimas pistas para un diagnóstico o simplemente como complemento para su tratamiento.

En mi opinión, mientras canalizas una vía, realizas una extracción de sangre, la cura de una herida quirúrgica... durante todo este tiempo, ¿Crees que no sería de una buena enfermera informarte sobre tu paciente?. Si tiene alguna preocupación, algún miedo, de este modo intentar tranquilizarlo, explicarle todo sobre lo que tenga dudas.
A esto es a lo que me refiero, cuando digo que se cometen errores y no se tiene en cuenta lo que tanto nos insisten en la facultad.
Como conclusión, quiero que tengas presente tanto si eres profesional de la salud, como si eres el afectado, intenta no cometer estos descuidos. Si eres paciente pregunta hazle saber a tu enfermera tus preocupaciones, tus preguntas. Como dirían nuestros mayores "Dios dome a boca para falar e preguntar".


Artrodesis (II)



Tras explicaros en la entrada anterior en que consiste la artrodesis vertebral, para los morbosos, os dejo aquí un par de vídeos de youtube en los que se ven como se realizan esta operación. 
En ambos vídeo más que la realización de una artrodesis con injerto óseo se puede observar como sería la colocación de unos tornillos pediculares para la aportar estabilidad a la columna vertebral y ayudar a la fijación de estos huesos.

En el primero de los vídeos, va explicando brevemente cuales son los pasos a seguir desde el corte hasta el cierre. Empezando por la colocación la limpieza de las vértebras, en segundo lugar se colocarían unas pequeñas barritas para la localización de las mismas y se realizaría un control radiológico para observar que se ha introducido por el sitio correcto. A continuación se introducen los tornillos y otra vez se realizaría un control radiológico con el mismo fin, se prepara para la fusión del hueso, se levanta el hueso y se colocan las barras conectoras. Una vez colocadas se bloquean para que no se muevan y al mismo tiempo impedir que se muevan las vértebras. Se introduce el injerto óseo y se cierra la incisión.




Artrodesis vertebral

Una artrodesis vertebral es una cirugía realizada para fusionar de manera permanente dos o más vértebras para que no exista movimiento entre ellas.

Durante la intervención se utilizará un injertos para fusionar los huesos de forma permanente. Existen diferentes maneras para realizar esta unión, en primer lugar se puede utilizar un injerto óseo, este se puede colocar de las siguientes formas: 
  1. Se puede utilizar un injerto óseo sobre la parte posterior de las vértebras.
  2. Colocarlo entre las vértebras
  3. Colocar cajas especiales entre las vértebras que irían llenas del injerto óseo.
Este injerto puede ser de diferentes tipos: 
  1. Puede ser un autoinjerto, es decir, el hueso es de la misma persona pero de otra parte del cuerpo, normalmente se utilizan los que estén alrededor de la pelvis.
  2. Otra opción es realizar un aloinjerto, el hueso proviene de un cadáver.
  3. Utilizar un hueso sintético.

Esta operación se realiza cuando existe un lesión de las vértebras, debilidad o inestabilidad de la columna por diferentes causas, espondilolistesis (una vértebra se desliza hacia delante y por encima de otra), por curvaturas anormales de la columna como escoliosis o cifosis, o por una artritis en la columna.

Ahora os adjunto una imagen de una artrodesis con cajetín intravertebral (otra de las opciones que nombré antes).


Otra opción es colocar tornillos pediculares que facilitan la fusión de las vértebras, aportándoles al mismo tiempo resistencia.



Un poco de primeros auxilios.

Ya que en  entradas anteriores os hablo sobre hemorragias, y enfermedades que presentan como complicación una hemorragia, aprovecho para hablaros un poco sobre esto. Quizás esta entrada no tenga mucha relación con la neurocirugía. Pero es un tema que nosotras como enfermeras deberíamos conocer a la perfección. Os hablo de los tipos de hemorragias según el vaso afectado o según el lugar donde se vierta la sangre. Además de los protocolos a seguir en cada uno de los tipos. 
Para explicar esto de la mejor forma posible y con imágenes os incluyo una presentación realizada por mi en la que os intento explicar brevemente y lo mejor posible cuales son los tipos de hemorragia y los cuidados a realizar en caso de que encontrarnos con un caso así. 
Sin embargo, no solo nosotros como personal sanitario debemos conocer estos protocolos sino que toda la población debería tener un conocimiento básico sobre como actuar ante una situación de hemorragia porque es algo que nos podemos encontrar en cualquier momento.


Malformaciones arteriovenosas cerebrales.

Pues ya que en la entrada anterior os expliqué un poco en que consistía la médula espinal anclada y esta es una malformación del sistema venoso pues voy a continuar por ahí. En esta entrada os voy a hablar de una malformación pero en lugar de ser del sistema nervioso será del sistema vascular cerebral, las malformaciones arteriovenosas cerebrales.

Una malformación arteriovenosa es una conexión anormal entre las arterias y las venas del cerebro, generalmente se forma durante el desarrollo embrionario.


Es una malformación idiopática que se forma cuando las arterias se conectan directamente con las venas sin tener por el medio capilares como ocurre normalmente. Esta malformación puede romperse si la sangre trascurre con mucha presión y se causa daño a la pared del vaso, esto provoca que la sangre salga del vaso y se produzca una hemorragia provocando daños en el cerebro al verse interrumpida su circulación.
Si se produce un sangrado se producen los mismos síntomas que son iguales a los que nombre en una entrada anterior de la hemorragia subaracnoidea.

Estas malformaciones además de producirse en el cerebro también se pueden producir en la médula. Estas últimas pueden ser de dos tipos: las MAV durales en las que la lesión se encuentra fuera de la médula o MAV intramedulares que son las que se encuentran directamente en la médula.

MAV dural
MAV intramedular


Para el tratamiento de esta malformación deben plantearse dos aspectos, en primer lugar debe valorarse que se puede romper y puede provocar un daño cerebral permanente y por otro lado, hay riesgo de daño cerebral cuando se realice un tratamiento quirúrgico. Existen tres tratamientos quirúrgicos, también se pueden realizar juntos.
  1. Puede realizarse una cirugía cerebral abierta para eliminar esta malformación.
  2. Otra opción es realizar una embolización, sería el mismo procedimiento al que expliqué en el tratamiento de un aneurisma  e incluí un vídeo explicativo en las siguientes entradas: vídeo explicativo de una embolizaciónentrada en la que aparece la explicación
  3. Finalmente, la tercera opción es la radiocirugía esterotáctica. Es una forma de radioterapia que proyecta rayos X de alta potencia sobre un área pequeña del cuerpo a tratar, no se realizarían cortes en el cuerpo. De esta forma provocaría que la zona cicatrizase y se redujese la malformación arteriovenosa (MAV)

Hasta aquí la explicación de esta rara malformación, espero que ahora lo tengáis un poquito más claro después de leer esta entrada. Sobre todo, me ha servido para darme cuenta de que en la sanidad, sobre todo para los médicos y nosotros los enfermeros debemos valorar muy bien cuales son las opciones y escoger la mejor para cada caso.