domingo, 29 de noviembre de 2015

A fin de cuentas, es peor el remedio que la enfermedad.

Hoy vengo a hablaros de Juan, un chico de 20 años ingresado en la unidad de neurocirugía del CHUS. Un chico lleno de vitalidad que desde pequeño lleva luchando contra un tumor cerebral. Como aún era poco lo que tenía encima sufrió numerosas infecciones, numerosas bacterias se acercaron a el. Prácticamente acabaron con el. Lo que llevó  a que se aislara, sin poder salir de su habitación, 4 meses ingresado, en la cama si apenas poder moverse.
Una de esas bacterias es la Klebsiella pneumoniae, una bacteria resistente a la mayoría de los antibióticos. Estos agravaron aún más el estado de Juan, le provocaron fallos renales, hepáticos... Entre unas cosas y otras la vida de Juan, con solo 20 años, estaba casi acabada, pero Juan luchó con las pocas fuerzas que le quedaban y después de dos semanas SE RECUPERÓ. Uno de los pequeños milagros de la medicina, cuando hace a penas un par de semanas no le daban esperanzas de vida, hoy está recuperado.

Os preguntareis porque siempre os hablo de tumores cerebrales, pues bien, es prácticamente  lo único que observo día a día en mi unidad de prácticas. Triste pero cierto. 
Por suerte, la mayoría de estos tumores son benignos como el Schwannoma o el meningioma que os expliqué en mis entradas anteriores. 

Aquí os dejo un gráfico en el que se observan los numerosos tumores cerebrales y los respectivos porcentajes.



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