En el primero de ellos ya lo conocemos, se trata de sacar sangre en un tubo de ensayo preferiblemente con una palomita, normalmente de la vena basílica o cefálica ( del antebrazo) ,y enviarla a analizar al laboratorio.
Y el segundo se utiliza un medidor de glucosa, llamado Glucometro. Para ello se debe realizar un pequeño pinchazo en un dedo de la mano con una lanceta, y recoger esa gota de sangre, depositándola en una tira reactiva que va conectada al glucómetro que procederá a su lectura.
Es un método mínimamente invasivo, pero algo molesto por los pequeños pinchazos repetitivos, eficaz, sencillo y rápido.
Los valores normales estandarizados son los siguientes:
- Glucosa pre-prandial : 70 - 130 mg/dl.
- Glusa post-prandial: hasta 180 mg/dl.
Y mediante dichas medidas, en el caso de sufrir diabetes, el equipo médico trata de mantener el control sobre la cantidad de glucosa circulante, para que no hay descensos o grandes subidas que tendrán graves impactos en el organismo, desde desmayos a lesiones visuales irreversibles.
Ante la subida, administración de insulina (existen variedad dependiendo de su tiempo de acción), o glucagón ante niveles bajos de glucosa en sangre.
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