miércoles, 25 de noviembre de 2015

El miedo en la mirada

El día de hoy voy a narrar una historia que me ha resultado chocante, pero al mismo tiempo me ha instruido como profesional y también como persona.

Como todas las mañanas sobre las 8:00 las enfermeras del turno de noche pasan el parte a las del turno de mañana, en donde nos dicen como han pasado la noche nuestros pacientes, si han tenido dolor, si son cirugías del día de hoy de este modo tenemos que examinar y verificar que todo esté correcto previo a la intervención quirúrgica. 
En este momento es cuando conozco a mi paciente José, este señor sufre mucho dolor debido a un absceso anal del que sera intervenido. Esta patología se debe a que las glándulas que se encuentran dentro del canal anal y desembocan en las criptas anales, se obstruyen albergando en su interior pus y produciendo así una infección, esto es lo que denominamos absceso perianal. No es una cirugía complicada, pero toda intervención tiene su riesgo. 
En los ojos de José puedo ver la expresión de dolor y el deseo de querer disimular y aparentar normalidad, resultando imposible.
En el momento que voy a su habitación observo esa reacción, cuando paso visita con el médico veo sus ganas extremas de irse para casa, esperando oír de nuestra boca, ¡José que le damos el alta!. 
Este paciente me ha enseñado a ver que no todo lo que parece ser, es. Después de unos días ingresado de valorar que José presentaba comportamientos y reacciones extrañas, un médico que lleva su caso me comenta que José tiene un estudio en el área de neurología, ya que, una parte de su cerebro que controla el miedo y el habla no funcionan correctamente desde hace algún tiempo. 
En ese momento, mi pensamiento enfermero se da cuenta que mi posición observacional ha sido fantástica y el día de hoy solo puedo decir que le hemos dado el alta a José y su herida pos-quirúrgica avanza favorablemente.  Sólo espero que su área del cerebro afectada, responda positivamente.
Este paciente ha puesto a prueba, mi criterio sin quererlo, algo tan importante como es observar y olfatear simplemente con la vista aunque él no lo sepa, yo desde aquí le doy las gracias. 

La imagen que pongo a continuación es una breve explicación de como se ve un absceso perianal (no recomendado para gente sensible).


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