sábado, 19 de diciembre de 2015

Las despedidas nunca fueron buenas, así que... mejor un hasta pronto.

El día de hoy me despido, si, es mi última publicación, ahora que le había cogido el gozo a relatar mi día a día para ti... como un diario. No descarto realizar un blog a nivel personal, ya que me gusta escribir y que los demás puedan aprender algo de mi, sobretodo cosas positivas, aunque debemos tener presente que de las negativas también se aprende.
Finalizo las publicaciones en el blog, pero hasta el martes 22 de diciembre voy a trabajar, hay gente que utiliza eses dos días como  asuntos propios, ya que, tenemos derecho, pero yo prefiero exprimir las prácticas lo máximo, para eso están.

Para mi remate tenía un tema reservado, el cual es la ansiedad. Esta situación se caracteriza por una inquietud, cierta inseguridad y en la mayoría de las ocasiones angustia. Es un tema que a penas se menciona, pero 7 de cada 10 pacientes la sufren, aunque no lo admitan. 
En cirugía esta angustia, inquietud e inseguridad es muy normal, ya que, en las situaciones que se encuentran la mayoría de mis pacientes, es de entender que no son para estar súper relajados. 



He dejado este tema para finalizar el blog, porque veo todos los días el descuido de no prestar la suficiente atención a la preocupación del paciente, a esa angustia de la que te hablo. Esto va ligado a la falta de tiempo que existe en el hospital porque como he explicado en el post anterior sobrecargan de trabajo a las tres enfermeras que hay por área y son demasiados pacientes, demasiada demanda.
En la facultad nos insisten constantemente en la comunicación enfermera-paciente, en ser muy observadora, ya que todo esto puede dar muchísimas pistas para un diagnóstico o simplemente como complemento para su tratamiento.

En mi opinión, mientras canalizas una vía, realizas una extracción de sangre, la cura de una herida quirúrgica... durante todo este tiempo, ¿Crees que no sería de una buena enfermera informarte sobre tu paciente?. Si tiene alguna preocupación, algún miedo, de este modo intentar tranquilizarlo, explicarle todo sobre lo que tenga dudas.
A esto es a lo que me refiero, cuando digo que se cometen errores y no se tiene en cuenta lo que tanto nos insisten en la facultad.
Como conclusión, quiero que tengas presente tanto si eres profesional de la salud, como si eres el afectado, intenta no cometer estos descuidos. Si eres paciente pregunta hazle saber a tu enfermera tus preocupaciones, tus preguntas. Como dirían nuestros mayores "Dios dome a boca para falar e preguntar".


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