domingo, 6 de diciembre de 2015

Tomografía por emisión de positrones (PET)

Hoy, domingo, también me siento obligada de publicar otra entrada (solo por tener una buena nota en este trabajo). Hoy me toca hablaros del PET. Las otras pruebas diagnósticas de las que os hablé son mucho más conocidas, sin embargo, esta prueba es mucho más eficaz para el diagnóstico de tumores.
PET, son las siglas inglesas de Tomografía por Emisión de Positrones. Esto es una prueba de imagen que utiliza una sustancia radiactiva para buscar una patología concreta en el cuerpo. Muestra como están funcionando los órganos y tejidos, cambios químicos y fisiológicos relacionado con el metabolismo... Esto es una gran ventaja porque los cambios funcionales (que se observan en esta prueba) se producen mucho antes que los cambios estructurales que se observan en una RM o TC, por lo que gracias al PET se pueden detectar anomalías mucho antes que con una TC o RM.

Para esta prueba hay que preparar al paciente con una inyección de material radiactivo, llamado marcador (es un azúcar), que se administra por vía intravenosa en la parte interna del codo o también puede ser inhalado como un gas. Este marcador viaja por la sangre y se acumula en los órganos y tejidos para ayudar a ver con mayor claridad ciertas zonas o enfermedades.
El nivel de funcionamiento de un órgano se representa con diferentes colores y brillos en la imagen observada en el ordenador. Debido a que el tejido tumoral tiene un metabolismo más acelerado, se acumula más material radiactivo y se ve más brillante.
Tras la inyección, el paciente entra en el escáner y se emite una pequeña cantidad de radiación que pasa a través del cuerpo, detecta los marcadores  e informa sobre los detalles del metabolismo a nivel celular.

Comparación de las imágenes obtenidas en una resonancia magnética y en una
 tomografía por emisión de positrones, concretamente diagnosticando un tumor
cerebral (punto señalado con una flecha).
Hay que tener en cuenta que no podrá comer entre 4 y 6 horas antes de realizar la prueba. Además todas las consideraciones a tener en la RM se pueden aplicar al PET. Por ejemplo, hay que tener cuidado con las personas claustrofóbicas, embarazadas, alergias al marcador... Y a diferencia de la resonancia magnética, si ha tomado tratamiento de insulina puede ser necesaria una preparación diferente, porque los niveles altos de azúcar pueden alterar el resultado.

Como se puede observar en esta imagen, la máquina es similar al de
una RM, por eso se presentan las mismas complicaciones con los mismos
 tipos de pacientes.


Este tipo de examen se utiliza para:
  • Diagnosticar cáncer.
  • Prepararse para una cirugía en caso de que el paciente tenga epilepsia.
  • Puede ayudar a diagnosticar demencia cuando las pruebas anteriormente realizadas no den una información precisa.
  • Ayuda a diferenciar entre un Parkinson y otros trastornos del movimiento.
En resumen, el PET es una prueba muy eficaz, se usa casi siempre después de realizar una resonancia magnética o tomografía computarizada en la que se haya observado una masa anormal. También es útil para determinar si el tumor es maligno o benigno y el estadio del tumor.

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