viernes, 18 de diciembre de 2015

La valoración de la función renal

Se hace en función del aclaramiento renal, del aclaramiento de una sustancia concreta. El aclaramiento renal es sinónimo de depuración renal. El aclaramiento se define como el volumen del plasma que mediante la acción renal queda libre de esa sustancia, medido esto en unidad de tiempo. Por lo tanto, el G es una medida de la capacidad de nuestros riñones para eliminar una sustancia del plasma y excretarla a través de la orina. Por lo tanto, es el resultado de la filtración, reabsorción y secreción tubular. 
Para medirla debemos utilizar una sustancia que cumpla una serie de requisitos, que se filtre libremente, que no sea tóxica, que la podamos determinar en orina fácilmente, que no se reabsorva, que no se secrete y que no se una a proteínas porque en ese caso se nos enmascararía. La sustancia que se utiliza es la inulina. Esta es un polímero de la fructosa y que cumple todos los requisitos pero que es exógeno, no endógeno, por lo que tenemos que suministrarla al paciente de forma que siempre haya inulina en el plasma mientras que estamos midiendo el G. El aclaramiento de la inulina va a ser igual a la TFG y es igual a la concentración de inulina en orina por el volumen diluído entre la concentración de inulina en plasma.
Clínicamente se suele utilizar una sustancia endógena porque cumple muchos de estos requisitos y esta es la creatinina. Se mide el aclaramiento de la creatinina en 24 horas. La creatinina es endógena y es un producto del metabolismo de la actividad muscular. 

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