viernes, 18 de diciembre de 2015

Pequeños detalles del día a día

El otro día estaba en mi descanso en el hospital y mientras andaba hacia el baño me fije como una madre le daba el pecho a su bebé. Entonces me pregunté cómo se produciría esa leche de más en el organismo. Buscando un poco encontré la información: la leche es producida por las células del epitelio glandular y es llevada desde los alveolos al pezón por un sistema de conductos. Se distinguen dos fases de lactancia: una es la de secreción de leche y la otra es la bajada de la leche desde la glándula. El proceso de secreción está controlado por varias hormonas que son la prolactina, la ACTH, el lactógeno placentario y la disminución de progesterona. Pero la bajada de la leche se debe a la succión y a la oxitocina ya que la transferencia de este producto desde los alveolos al pezón se lleva a cabo por un proceso que es el de eyección de la leche y que ocurre de la siguiente manera: los receptores sensoriales del pezón son estimulados por la succión, le envían impulsos al hipotálamo y provocan la descarga de oxitocina por la neurohipófisis y la de prolactina por la adenohipófisis. La oxitocina provoca la contracción de las células mioepiteliales que rodean los alveolos y fuerzan a la leche a pasar de los alveolos a los conductos y a los senos de las glándulas mamarias y por lo tanto su salida al exterior. Al mismo tiempo la prolactina segregada asegura la producción de leche para la siguiente toma. Por eso se dice que cuanto más mame un niño, más leche se produce. 

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