martes, 15 de diciembre de 2015

Epilepsia

Hoy vengo a hablaros de la epilepsia, quizás sea una enfermedad de neurología en lugar de neurocirugía, pero os hablo de esto porque tenemos varios pacientes en la planta de neurocirugía con este trastorno.
La epilepsia es un trastorno cerebral crónico provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro. Se caracteriza por convulsiones recurrentes, es decir, episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a todo el cuerpo o a solo una parte, a veces de acompañan de pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres. Además puede causar cambios en la atención o el comportamiento.
La epilepsia ocurre cuando se producen cambios permanentes en el tejido cerebral que hacen que el cerebro esté excitable o irritable provocado por unas descargas eléctricas excesivas de células cerebrales. Esto provoca que el cerebro envíe señales anormales que al mismo tiempo es lo que provoca las convulsiones.

Existen diferentes tipos de convulsiones como por ejemplo:
  • Ausencias típicas: tipo de convulsión que presenta una breve alteración, de menos de 15 segundos, de la función cerebral.
  • Convulsiones generalizadas: afectan a todo el cuerpo incluyendo entre los síntomas rigidez muscular y pérdida de lucidez mental.
  • Convulsiones parciales o focales:  puede presentarse en diferentes partes del cerebro pero solo en uno de los lados.

El tipo de convulsión parcial y los síntomas dependen de la parte del cerebro que se vea afectada como por ejemplo, si la parte afectada es en el lóbulo occipital, el paciente presentará problemas en la visión. Normalmente, estos ataques afectan a los músculos como por ejemplo a los dedos o a músculos de los brazos o piernas.

Para el diagnóstico de la epilepsia es necesario un examen físico y una serie de pruebas. Entre ellas un análisis de sangre, un electroencefalograma que ya explicó mi compañera Marta en una de las entradas anteriores, una resonancia magnética y una tomografía computarizada, e incluso una punción lumbar que informará sobre la presencia de una infección u otro problema que explique la presencia de convulsiones.

Como os dije al principio de la entrada, en nuestra planta se encuentran varios pacientes con este trastorno. Acuden a nuestra planta porque allí existen unas habitaciones reservadas para estos pacientes en las que hay una serie de cámaras para tener controlados a los pacientes con una habitación al lado se encuentran los ordenadores desde los cuales los observan. Los neurólogos y enfermeras preparan al paciente para realizar un electroencefalograma ( prueba que ya explicó Marta en entradas anteriores).

Una vez que tienen todos los electrodos colocados cada uno en su lugar el neurólogo provoca ataque electrodo a electrodo de forma que se observa cual es la zona afectada y de esta forma observar cual sería el tratamiento adecuado a cada paciente y zona a tratar.


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